En toda la historia de la Humanidad el deseo más ferviente del hombre a sido el conocer el secreto para materializar sus deseos. Aprender a “educar” nuestros pensamientos es quizá la labor más compleja y enmarañada de todas, no se ha conseguido en su totalidad ni con veinte maestrías en la Universidad de Harvard.
Cuando deseamos algo intensamente es esencial comprender que si algo existe en la mente es porque de antemano sabemos que existe en el Planeta, o bien, que hay posibilidad de que así sea.
No os habéis detenido nunca a pensar algo así como: “¿si otros lo han conseguido, entonces por qué no puede ser mío también?”
La Ley de atracción es un principio Universal que no involucra #intereses particulares, ni doctrinas especiales o religiones, es meramente una ley poderosa que afortunada y también tristemente funciona con y SIN nuestro consentimiento, y el no creer en ella es semejante a no creer en la vibración Universal.
Esa Ley establece que toda vibración atrae otra vibración de igual frecuencia e intensidad, cuando nuestro #pensamiento es tan poderoso, genera esa vibración que materializa esos deseos. Que sencillo se lee y cuánta complejidad para ponerlo en práctica.
Visualicemos el deseo con ferviente emoción, con la misma emoción que produce un infante en espera de la Navidad, ese potente sentimiento actúa como un imán, y lo más importante; actuemos en consecuencia para conseguirlo, el Universo se encargará del resto.
Podéis creerlo sin titubear; elegimos nuestro destino mientras vamos eligiendo nuestros pensamientos
➰ ManuPaqué ➰