Nuestro nivel más alto de ignorancia...
- by Manu Paqué
- 30 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 17 jul
Sucede que todo aquello que se desconoce es víctima de la crítica y de la burla, ¿os sucede?
Nuestro nivel más alto de ignorancia es rechazar lo que no entendemos, hablar de lo que no conocemos y burlarnos de lo que no hemos vivido.
¿Te suena?
Y sí, lo hacemos más de lo que quisiéramos admitir.
Groucho Marx lo dijo con fina ironía:“Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente". Pero el problema no es parecer tonto. El problema es quedarse por siempre tonto, por soberbia, por cerrarse, por despreciar lo nuevo, por mirar con arrogancia a todo lo que se sale del propio esquema mental.
Vivimos en tiempos donde la opinión se ha vuelto más importante que la experiencia, y donde se confunde “tener acceso a información” con “tener sabiduría”.
¿Quieres cambiar tu vida de verdad? Empieza por revisar con lupa a quién escuchas.
Haz un escáner completo de tu entorno más cercano:las personas que frecuentas, los consejos que sigues, los ejemplos que tienes delante. No mires sus palabras, mira sus resultados, cómo viven, cómo reaccionan, cómo resuelven, cómo tratan a los demás. Esa es la pista. Ahí está la clave.
¿Predican paz pero viven con rabia? ¿Hablan de abundancia pero solo siembran queja? ¿Te animan a crecer o te sabotean sutilmente?
Porque tu entorno es tu destino. Y muchas veces no estás estancado por falta de capacidad, sino por exceso de malas influencias normalizadas, personas que te arrastran sin que te des cuenta, ambientes que te apagan la intuición, ideas heredadas que nunca cuestionaste, pero que llevas tatuadas en la mente como verdades absolutas.
Rechazar algo sin investigarlo es una forma de vivir a medias. Y quien vive a medias… muere sin enterarse.
La verdadera sabiduría no es gritar lo que uno cree, es tener la humildad de preguntar, de escuchar, de probar, de cambiar de opinión si hace falta.
¿Y sabes qué es lo más peligroso? Que muchas veces, los más ignorantes y confrontativos son los que más opinan. Gritan más fuerte que nadie, reparten consejos sin haber aplicado ninguno y sienten autoridad moral para decirte cómo deberías vivir… cuando su vida es un completo desastre.
Hay personas que no quieren que pienses, que avances ni que brilles, porque eso las obliga a mirarse al espejo.
Te lo digo con total certeza y con todo cariño: tu crecimiento financiero, emocional y espiritual está íntimamente ligado a tu capacidad de abrir la mente, elegir mejores referencias y dejar de despreciar lo que no entiendes.
Porque lo que hoy criticas…podría ser lo que mañana te salve. O peor aún: lo que siempre necesitaste, pero tu ego no te dejó ver.
La verdadera sabiduría no grita.
Se nota.
Se respira.
Se refleja.
-Manu Paqué-
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